(Artículo publicado en el número 3 de la revista PASIÓN Y MÚSICA, editada por la Banda de CC.TT. Nuestro Padre Jesús Nazareno en la Cuaresma del 2.013)
Mariano Benlliure |
El
25 de Julio de 1.943, mientras la ciudad se encontraba inmersa en las
celebraciones en torno a su Patrón, el Apóstol Santiago, hacía entrada en la
estación de ferrocarril un tren procedente de Madrid en el cual viajaba una
pasajera excepcional… Durante este año 2.013 celebramos el LXX aniversario de
la llegada a Villanueva de la Serena de la imagen de Nuestra Señora la Virgen
de los Dolores, obra del insigne imaginero y escultor valenciano Mariano
Benlliure y Gil.
La
imagen fue bendecida y puesta al culto en la antigua capilla de los Marqueses
de Torres Cabrera en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y procesionó
por primera vez en la Semana Santa de 1.944. Durante unos años fue sacada a hombros
en unas sencillas parigüelas, que pronto fueron sustituidas por un hermoso paso
fabricado en los sevillanos talleres de Villarreal. Poco a poco se le fueron
añadiendo ánforas, candelería, faroles de cola y palio, conformando uno de los
más completos pasos que hasta entonces se conocían en nuestra ciudad.
Por
iniciativa del Párroco-Arcipreste, Juan José Holgado, se reconstituye
canónicamente la Cofradía a principios de los años 40, en el seno de la cual
conviven dos secciones, las Damas y los Caballeros, hasta que quedan unificadas
a partir de 1.988, aprobándose sus nuevos estatutos en el año 1.991.
Terno de Carrasquilla |
Manto de José Caro |
A
lo largo de estos setenta años han sido muchas las transformaciones vividas por
la Cofradía, que le han ido confiriendo un carisma especial y genuino dentro de
la Semana Santa de nuestra ciudad. Villanueva siempre había estado acostumbrada
a ver a su madre de los Dolores vestida de negro siguiendo a Jesús en su camino
a la cruz y también acompañándolo en su Santo Entierro; así la Cofradía encargó
un magnífico terno negro de terciopelo con bordados dorados en el taller de
Encarnación Perea de Carrasquilla a finales de los años 40 con el que
procesionó casi veinte años bajo un sencillo palio negro también confeccionado
en el mismo taller sevillano. Cuando se cumplieron veinticinco años de la
venida de la Virgen a Villanueva, la Cofradía decidió dar un giro radical a lo
que venía siendo su estética tradicional, y así en septiembre del año 1.968 la
Virgen de los Dolores procesionó por primera vez luciendo su manto burdeos,
color con el que se la identifica ya desde entonces. Antes de decidirse por
este color la Cofradía pidió muestras de distintos tejidos y colores que nunca
antes había lucido una dolorosa en nuestra ciudad. Al final se confeccionó en
los talleres de José Caro en Sevilla el manto que desde entonces luce la Virgen
de los Dolores.
El
estreno del nuevo manto impidió la colocación del palio negro, por lo que este
elemento del paso desapareció en las procesiones de la Cofradía. No es hasta el
año 1.992 cuando se recupera para los desfiles procesionales, encargándose una
nueva bambalina burdeos acorde con el mando de la Virgen. Desde entonces y
hasta la fecha Nuestra Señora pasea por las calles de Villanueva mecida por sus
costaleros y al son de los rosarios que penden de su palio. En el año 2.007 el
sencillo palio de terciopelo fue sustituido por uno nuevo que mezcla el
terciopelo con la maya y los ricos bordados, confeccionado en los Talleres Peña
Luengo de Badajoz, y que copia los motivos ornamentales del manto de la Virgen.
Traje de hebrea |
Terno de Peña Luengo |
La
Virgen de los Dolores fue la primera imagen mariana en Villanueva en lucir
traje de hebrea a principio de los años 50, traje con el que desde ésa fecha
preside los cultos que en su honor se celebran coincidiendo con su festividad
del mes de Septiembre. De igual manera ha sido la primera imagen de una
dolorosa en nuestra ciudad en vestir completamente de azul, con el terno que
estrenó en el septenario del año 2.011 y que fue bordado en plata en los
Talleres Peña Luengo.
No
podemos dejar de lado la labor social que durante estos años ha llevado a cabo
la Cofradía, así podemos destacar la organización del “Día de la Banderita”, la
atención asistencial en el desaparecido asilo de la calle Pardo, o el
funcionamiento del Patronato de la Virgen de los Dolores que fue el primer
promotor de viviendas sociales en nuestra ciudad, construyendo las casas del
Arenal de Santa Ana. Importante fue también la organización del “Día del
Recluta”, donde se despedía a todos los jóvenes que marchaban a hacer el
servicio militar.
La
Cofradía de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores formó parte desde el
principio del embrión de lo que hoy es la Junta de Cofradías de Villanueva de
la Serena, convencida que el trabajo en conjunto y coordinación con el resto de
hermandades y cofradías nos fortalece y enriquece, y es el reflejo de la
comunión y la corresponsabilidad que se nos pide desde la Iglesia.
Nuestra
Cofradía vive este LXX aniversario con satisfacción e ilusión. Satisfacción por
el camino recorrido en estos setenta años y la contribución de todos y cada uno
de los hermanos que han hecho grande esta Cofradía. Ilusión por seguir
construyendo la Hermandad y por consolidar la devoción a Nuestra Señora la
Virgen de los Dolores, la guapa de Villanueva. Esta ilusión resuena por la
calles de Villanueva a una sola voz, la voz firme y magistral del Chao:
¡¡¡Arriba con Ella valientes!!!
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